La última activista española de la Flotilla Global Sumud, la mallorquina Reyes Rigo, ha llegado finalmente a un acuerdo con la Fiscalía de Israel para poder ser deportada, después de cuatro días extra de preocupación entre su círculo. Las autoridades israelíes la habían retenido en prisión preventiva acusándola de haber mordido a una funcionaria del servicio médico de la prisión de máxima seguridad de Ketziot, en el desierto de Négueb. Sin embargo, su compañera de celda, la militante de Podemos Alejandra Martínez, lo pone en entredicho. "Yo no vi esto, sino que presencié un episodio violento en el que arrastraban por el pelo Reyes y nuestra compañera danesa Nina para forzarlas a cambiar de celda", asegura. También niega categóricamente que hubiera ningún sanitario durante el suceso: "No no

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