Tras la salida de Dina Boluarte de Palacio de Gobierno después de la medianoche, en medio del anuncio oficial de su vacancia presidencial, la incertidumbre sobre su paradero se apoderó de la opinión pública y de los medios de comunicación.

Un grupo de ciudadanos y miembros de la prensa se ubicaron en distintos puntos de Lima: algunos en las embajadas de Ecuador y Brasil, ante rumores de un posible pedido de asilo político; y otros en su vivienda de Surquillo, a la espera de la llegada del vehículo oficial presidencial.

Sin embargo, no se registró el arribo de Boluarte a su domicilio, aunque más temprano se vio ingresar una camioneta oscura mientras se emitía su último mensaje a la nación, interrumpido por los medios de comunicación —incluido TV Perú—, poco antes de que el “cofre” fue

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