A las 14:20 horas del 10 de septiembre, una pipa que transportaba 49 mil 500 litros de gas LP volcó y explotó a la altura del Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa.

El estallido provocó una onda expansiva que alcanzó más de 50 metros y cambió la vida de decenas de familias.

Misael Cano Rodríguez, de 39 años, quien era trabajador del área de imagen urbana de la alcaldía Iztapalapa, fue una de las 31 personas que perdieron la vida tras el accidente. Su familia aún sufre las consecuencias de esa volcadura.

A un mes de la tragedia, Tiffany Cano González, de 17 años, e Isaí Santiago Ramírez Cano, de dos, hija y nieto de Misael, con quienes viajaba ese día, continúan hospitalizados.

La joven se encuentra en el Instituto Nacional de Rehabilitación, en Tlalpan, mientras que el niño

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