Cadenas y vallas de metal han convertido al tradicional Barrio de San Lázaro en una zona de conflicto vecinal y nadie asume la responsabilidad de la colocación de estos objetos que atentan contra la Ordenanza Municipal N.º 544, del 2008, sobre la peatonalización de este sector.
Vecinos como Salomón Franco acusan a la junta vecinal, recientemente conformada, de tomarse atribuciones mayores a las establecidas en la normativa, en cuyo artículo 5 dispone la prohibición de uso de perillones, rejas y rieles en las bocacalles de los pasajes.
“Aplican una ordenanza del 2008 en el 2025 y que no ha evolucionado, mientras que la sociedad y el barrio han evolucionado, hay cerca de 30 a 35 negocios. Cuando se dio la norma municipal, solo eran 3 y ahora todos nos vemos afectados de una manera económ