La implementación de la normativa que obliga a utilizar el prefijo telefónico 600 como número único para llamadas comerciales y de atención al cliente ha generado una fuerte preocupación entre las cooperativas de crédito y ahorro, debido al impacto que esta medida podría tener en la gestión de morosidad y en el costo de los créditos.
Según informa La Tercera, el presidente de Coopera y gerente general de Detacoop, Alex Figueroa, advierte que la norma “ha derivado en una caída drástica en la ‘contactabilidad’ con los clientes”.
Figueroa explica que “hoy prácticamente nadie contesta cuando ve un número 600. Las cooperativas nos caracterizamos por mantener una relación directa con nuestros socios, pero esta nueva norma nos está dejando sin la posibilidad de contactarlos”.
El problema