Ciudad de México. Debido a las seis suspensiones del servicio en lo que va del año por lluvias y los constantes retrasos, la línea A del Metro se ha convertido en un verdadero tormento para los usuarios, ya que cada vez que se interrumpe la operación, algunos se ven obligados a gastar hasta 400 pesos en taxis, buscar hoteles para pasar la noche o llegar a sus hogares en la madrugada.
En esa ruta que va de Pantitlán a La Paz y que moviliza diariamente a cerca de 202 mil 617 pasajeros, entrevistados señalaron que incluso cuando opera con normalidad, los trenes tardan en pasar, situación que se agudiza con las lluvias, que convierten el transporte en un verdadero caos, con ríos de personas en los andenes que los obliga a buscar alternativas de movilidad.
“Hace dos semanas el servicio llega