El aroma del cempasúchil es, sin duda, el anuncio oficial del Día de Muertos en México. Sus pétalos naranjas cubren calles, altares y panteones. Pero en los últimos años, esta flor sagrada ha salido del papel decorativo para colarse en la cocina tradicional. ¿Lo más sorprendente? Ahora también se bebe.
Sí, existe el atole de cempasúchil , una bebida que combina lo ancestral con lo experimental, perfecta para acompañar pan de muerto o una buena plática con los difuntos.
¿A qué sabe el cempasúchil?
Antes de que te imagines algo raro, hay que decirlo: el cempasúchil no sabe a flor . Su sabor es sutil, entre herbal y cítrico, con un toque amargo que, bien balanceado, da un resultado muy especial.
En el atole, los pétalos se infusionan para liberar ese perfume característico que, mezcla