Aragón es tierra de contrastes, con paisajes que van desde las estepas del Ebro hasta los valles glaciares del Pirineo . Cuando el otoño tiñe las montañas de tonos rojizos y dorados, el norte de la Comunidad se convierte en un refugio ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Rutas, miradores y cascadas ofrecen panorámicas únicas en una de las estaciones más tranquilas y bellas del año , perfecta para desconectar del bullicio urbano y respirar aire puro.
Entre las rutas más espectaculares que se pueden recorrer en el Pirineo oscense , destaca una que combina agua, roca y altura en un entorno de ensueño. Se trata de la ruta de los ibones azules de Panticosa , un itinerario que asciende desde el famoso balneario hasta dos lagos de origen glaciar situados a