AFP
Miguel Ángel Russo falleció el pasado miércoles en ejercicio de su cargo de entrenador de Boca, al que llegó a principios de junio a pedido de Juan Riquelme para capear con su experiencia la crisis futbolística que atravesaba el equipo.
El técnico, protagonista de una relación casi de padre e hijo con el presidente Xeneize, dejó su puesto en San Lorenzo e incluso puso en segundo plano la lucha que venía planteando con la enfermedad con la que convivía desde hacía unos ocho años.
A medida que pasó el tiempo su deterioro se fue evidenciando y, más allá de que Russo le presentó batalla hasta el final, en las últimas dos semanas ya no pudo retomar su actividad hasta que se produjo el previsible desenlace.
Tras la conmoción y la elaboración del duelo, en Boca será hora de comenzar a dis