En política, las encuestas sirven para mostrar la tendencia del momento sobre las preferencias electorales; son un instrumento de medición de popularidad que muchos candidatos y candidatas utilizan para proyectarse.
Por ello, son usadas por políticos que incluso pagan sus propias encuestas, en las cuales se posicionan a la cabeza, creando una percepción que muchas veces es ajena a la realidad. Surgen así las llamadas encuestas “patito”, es decir, de empresas desconocidas o de reciente creación.
También existen las encuestadoras reconocidas y con trayectoria, que, por filias, fobias o intereses económicos, pueden forzar la metodología o apartarse de la percepción real, proyectando a un candidato o candidata con la intención de crear una falsa percepción y sumar simpatizantes bajo la idea