Goodyear: un escándalo silenciado que ha provocado 158 accidentes de tráfico en España
Rosas Caía el sol sobre el mar. Estamos en el castillo de la Trinitat, en Roses, la atalaya que defendía a la población y que hoy es el bastión de la memoria, ya que estamos en un homenaje dedicado a Juli Soler, que hace 10 años murió por culpa de una enfermedad degenerativa. Juli Soler fue muchas cosas, melómano apasionado, profesional divertido, el mejor amigo de todos y también el alma de El Bulli. Sin él, nada de lo que ocurrió habría pasado.
"Esto es una fiesta, no un entierro", decía Ferran Adrià. La periodista Cristina Jolonch la describió como "la última gamberrada de Soler, porque 10 años después sigue influyendo en la gastronomía y estando muy presente".
Tan presente que nadie ha faltado. L