La descastada y deslucida novillada de Fuente Ymbro y una terna con escasa ambición protagonizaron un largo y aburrido festejo
La novillada de Fuente Ymbro no fue la más idónea para el triunfo de los tres jóvenes novilleros. Muy deslucida en conjunta, mansa de libro en los caballos, blanda, sosa, áspera, descastada y justa de presentación. Lo de ‘justa’ se cita en comparación con las novilladas que se organizan fuera de San Isidro y Otoño, con estampas de toros y pitones como alfileres. Lo de hoy, no; lo de hoy eran los novillos deben lidiar en esta plaza los aspirantes a figura: animales con peso, entre los 485 y 512 kilos y cómodos de cabeza. Distinto asunto es lo que llevaban dentro.
Fuente Ymbro es algo más que una ganadería; es una factoría de toros donde deben coexistir tantas fami