La reciente designación del cantante puertorriqueño Bad Bunny como artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX ha generado una fuerte reacción entre sectores conservadores en Estados Unidos.
La organización Turning Point USA, conocida por su influencia entre jóvenes conservadores, anunció públicamente un boicot al evento y la realización de una presentación alternativa que, según sus dirigentes, buscará “representar los valores típicamente estadounidenses”.
La iniciativa fue confirmada a través de un comunicado firmado por Erika Kirk, actual presidenta de la organización, quien aseguró que la elección de Bad Bunny es “una provocación cultural” y refleja una desconexión entre la NFL y los ciudadanos estadounidenses.
Estas críticas de Turning Point USA se sumaron a