La reciente publicación del presidente estadounidense Donald Trump en Truth Social, donde acusa a China de hostilidad comercial y de intentar “mantener al mundo cautivo” mediante controles de exportación sobre tierras raras, merece un firme repudio. Estas afirmaciones no solo carecen de sustento, sino que distorsionan deliberadamente la realidad para justificar medidas coercitivas como los aranceles masivos que él mismo ha amenazado con imponer.

China, a diferencia de Estados Unidos, ha sostenido históricamente una política comercial basada en el respeto mutuo y la cooperación internacional. No impone sanciones unilaterales ni utiliza el comercio como herramienta de chantaje político. Las decisiones sobre recursos estratégicos como las tierras raras responden a necesidades internas de sos

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