De todos los merecidos homenajes realizados a la memoria de Miguel Ángel Russo , se sabía que el más especial iba a ser el que le regalaría su hijo Ignacio. "Si no juego, se levanta y me caga a puteadas", había dicho Nacho en el velatorio de la Bombonera . Entonces, el atacante de 24 años decidió jugar para Tigre ante Newell's en el Coloso Marcelo Bielsa . Con el permiso del entrenador Diego Dabove , Nacho viajó a Rosario este mismo viernes y rompió en llanto cuando se hizo el minuto de silencio para su papá. Y un rato más tarde marcó el 1-0.
Tigre saltó a la cancha con un brazalete negro. Las cámaras de la TV siguieron a Russo desde la salida al campo de juego. Se lo notaba entero al hijo de Miguel, concentrado. Después del saludo FIFA, se acercó hasta el banco de suplentes