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La historia de Ignacio Russo conmovió al fútbol argentino. Apenas horas después del fallecimiento de su padre, el histórico entrenador Miguel Ángel Russo, el delantero decidió disputar el partido entre Newell's Old Boys y Tigre en el estadio Coloso Marcelo Bielsa de Rosario . Su presencia y posterior gol se convirtieron en uno de los momentos más emotivos de la fecha 12 del Torneo Clausura.

Con apenas 24 años, Nacho eligió mantenerse en la convocatoria y saltar al campo de juego, cumpliendo —según sus propias palabras— con lo que habría sido el deseo de su padre. En su honor, no solo fue titular, sino también protagonista: marcó uno de los goles de su equipo.

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