En estos momentos en que en Venezuela la administración pública nacional está aquejada por hechos irregulares, no acordes con la conducta ética y proba de un revolucionario con principios y fundamentos dignos de la condición de servidor y facilitador de procesos de redención social, en un rincón de la Patria llamado Delta Amacuro, una mujer que si tiene principios y sentido de pertenencia, cuyo nombre es Lizeta Hernández, viene ejerciendo cómo gobernadora, curul que le ha dado su gente a través de las urnas electorales, por cuatro períodos continuos.
Hoy 24 de marzo, le está presentando a su Delta querido, Memoria y Cuenta de su gestión, demostrando con este acto administrativo, que ha manejado la cosa pública tal cual cómo lo dicta la Ley en materia económica, social, de seguridad, depor