El exfutbolista, señalado de haber abusado de una menor, había construido una carrera ejemplar dentro de la cancha. Fuera de ella, era reservado

“Un futbolista muere dos veces: cuando se retira y muere después cuando Dios toma la decisión de llevarlo“, dijo alguna vez Sebastián Abreu, exfutbolista uruguayo . Ahora se puede sumar una tercera muerte: cuando la historia de un jugador se mancha por un escándalo o un delito. El caso de Omar Bravo ha enturbiado lo que era un legado de un futbolista que, al menos en lo deportivo, era visto como un referente. Es máximo goleador de uno de los equipos más populares de su país como lo es el Guadalajara, anotador en una Copa del Mundo, miembro del Salón de la Fama del fútbol y embajador del próximo Mundial de 2026. Bravo, de 45 años, ha sido vinc

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