La escalada de los precios de la vivienda hasta máximos históricos en el caso de la de segunda mano ha generado el temor de que estemos en una nueva  burbuja inmobiliaria como la de la primera década de este siglo. Sin embargo, tanto el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá , como las principales entidades niegan que la situación sea similar.

Las diferencias claves con aquel  boom, que acabó en la gran crisis financiera , la quiebra de las cajas de ahorros y el rescate de España, son básicamente tres, según estas instituciones: ahora no hay exceso de oferta, sino  todo lo contrario; las familias no están sobreendeudadas como entonces; y ahora no hay un crédito desbocado, sino con unos criterios más estrictos.

El consejero delegado de  CaixaBank, Gonzalo Gortázar , sostiene que «no estamos c omo en la anterior burbuja inmobiliaria, es un problema diferente. La anterior era de especulación , se construyó mucho más de lo que se necesitaba, con dinero que no era nuestro. Había dinero fácil, financiación de fuera y sobraban casas , por lo que se hundieron los precios».

«Ahora es muy difícil que pase lo mismo porque faltan viviendas . Lo que sube es la afordabilidad , que es un problema para los jóvenes y va a afectar a inmigración. El peligro no es para los bancos como entonces, sino de falta de acceso a la vivienda», añade.

Escrivá descarta también que estemos en una situación similar y asegura que los precios reales han subido menos que entonces: «Al d eflactar el nivel precios por el IPC, desde principios 2005 hasta el máximo de 2007, la vivienda subió un 20% más e lo que ha subido ahora».

Y resume las tres diferencias citadas con la anterior burbuja inmobiliaria: «Aquella burbuja vino acompañada de oferta desmesurada con crédito insostenible, un crédito promotor desbocado y un esfuerzo extraordinario de las familias para hipotecarse . Todos estos elementos no se están materializando ahora. Es verdad que el crédito se empieza a recuperar, pero no hay una presión fuerte, las empresas y familias están en situación solvente y con un esfuerzo contenido. Pero lo fundamental es el desequilibrio entre la oferta y la demanda sostenida, que va a seguir en los próximos años».

Aumentar la oferta

¿Qué se puede hacer, entonces, para frenar la subida de los precios? El gobernador no quiere mojarse sobre las políticas que serían necesarias, y simplemente recuerda que el Banco de España cuenta ahora con instrumentos que no tenía entonces para restringir la oferta  hipotecaria .

Pero los banqueros sí entran a criticar las políticas actuales de vivienda. José Antonio Álvarez , vicepresidente del  Banco Santander , sostiene que la clave pasa por aumentar la oferta , aunque ello lleve tiempo, y pone el foco en el acceso al suelo porque, si se da acceso a él, piensa que se podrá acelerar la promoción de viviendas y no habría problemas para conseguir financiación.

Más duro se muestra Gortázar: « Las medidas que hemos tomado no han sido efectivas. Hay un problema de desequilibrio entre oferta y demanda: se han creado 1 millón de nuevos hogares, pero sólo se han construido 400.000 casas en menos de 5 años. No estamos no tomando medidas para que eso se corrija ni a corto, ni medio, ni largo».

Seguridad y protección

A su juicio, «lo primero que hay que hacer es reducir ese desequilibrio, construir nuevas casas , unas 150.000 al año. Eso supone 100.000 millones de inversión que no puede acometer el sector público porque España tiene una deuda pública muy alta. También hacen fata condiciones de previsibilidad de la inversión, reducción de trabas y burocracia, liberalización de suelo y seguridad fiscal. Ahora estamos dando protección al arrendador y eso ha reducido la oferta de alquiler. Es necesaria una normativa antiocupación y muchas medidas para proteger al arrendatario».

«Las políticas que se están aplicando están siendo contraproducentes, hay mucho por hacer, hay que tratarlo como un problema. Y no estamos bien organizados en las relaciones entre las administraciones local, autonómica y el Gobierno central. La actuación es urgente», concluye.