Emprender es, en esencia, un acto de ilusión. La ilusión de quien, sin apenas recursos, decide abrir una puerta al futuro y convertir una idea en realidad. La historia de cualquier empresa que hoy parece consolidada suele comenzar en un espacio pequeño, a veces incluso improvisado, con más dudas
La ilusión como motor del emprendimiento y el valor de dejarse guiar

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