El encuentro entre el pan de muerto y una bebida caliente representa mucho más que una simple combinación gastronómica: es un ritual que fortalece la memoria y la tradición durante el Día de Muertos en México.

En cada hogar, la elección de la bebida que acompaña este pan es tan significativa como el propio acto de compartirlo, pues ambas prácticas contribuyen a honrar a quienes ya partieron y a mantener vivas las costumbres familiares.

El pan de muerto, con su inconfundible aroma a azahar , su textura esponjosa y su cobertura de azúcar , se convierte en el centro de una experiencia sensorial que invita a la pausa y a la convivencia.

Entre las opciones más emblemáticas para acompañar este pan destaca el chocolate caliente tradicional mexicano . Preparado con cacao, canela y lec

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