
CIUDAD DE GAZA (AP) — Decenas de miles de palestinos desplazados regresaron a sus vecindarios en Gaza el sábado, abriéndose paso por calles cubiertas de polvo mientras las excavadoras comenzaban a retirar los escombros de dos años de guerra y el alto el fuego se mantenía en su segundo día.
“Gaza está completamente destruida. No tengo idea de dónde deberíamos vivir o adónde ir”, declaró Mahmoud al-Shandoghli mientras caminaba por la Ciudad de Gaza. Un niño subió a un edificio destrozado para izar la bandera palestina.
Unos 200 soldados de Estados Unidos llegaron a Israel para monitorear el alto el fuego con Hamás. Las tropas estadounidenses establecerán un centro para facilitar el flujo de ayuda así como asistencia logística y de seguridad. El jefe del Comando Central del ejército norteamericano dijo que visitó Gaza el sábado.
"Este gran esfuerzo se logrará sin botas estadounidenses en el terreno en Gaza", indicó el almirante Brad Cooper en un comunicado.
Un funcionario egipcio informó que el enviado estadounidense Steve Witkoff se reunió con altos funcionarios militares estadounidenses e israelíes en Gaza y que Witkoff enfatizó la implementación de la primera fase del acuerdo de alto el fuego. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los periodistas.
Witkoff tenía previsto hablar el sábado por la noche mientras miles de israelíes se reunían en Tel Aviv para una manifestación semanal que muchos esperaban que fuera la última. El ejército de Israel ha dicho que los 48 rehenes que siguen en Gaza serían liberados el lunes. El gobierno cree que unos 20 de los rehenes siguen vivos.
Los grupos de ayuda instaron a Israel a reabrir más cruces para permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Un funcionario de la ONU, que habló bajo condición de anonimato para discutir detalles que aún no eran públicos, informó que Israel ha aprobado entregas de ayuda ampliadas a partir del domingo.
El Programa Mundial de Alimentos indicó que estaba listo para restaurar 145 puntos de distribución de alimentos en toda la Franja una vez que Israel permita entregas ampliadas. Antes de que Israel cerrara Gaza en marzo, las agencias de la ONU proporcionaban alimentos en 400 puntos de distribución.
Aunque el cronograma y cómo entrará la comida a Gaza siguen sin estar claros, los puntos de distribución permitirán a los palestinos acceder a alimentos en más ubicaciones de las que podían a través de la Fundación Humanitaria de Gaza, un organismo respaldado por Estados Unidos e Israel que había operado cuatro ubicaciones desde que asumió la distribución a finales de mayo.
COGAT, la unidad militar israelí responsable de la ayuda humanitaria, sostuvo que más de 500 camiones ingresaron a Gaza el viernes, aunque muchos cruces continúan cerrados. La ayuda está entre las 170.000 toneladas métricas de ayuda alimentaria que han sido posicionadas en países vecinos esperando el permiso de Israel para reiniciar las entregas.
Los israelíes esperaban ansiosamente el regreso de los rehenes restantes, que fueron parte de los aproximadamente 250 tomados en el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 sobre Israel que desencadenó la guerra.
“Llevamos varias noches sin poder dormir. Queremos que regresen y sentimos que todo pende de un hilo", aseguró Maayan Eliasi, residente de Tel Aviv, en una concentración en la llamada Plaza de los Rehenes, en el centro de la ciudad.
Israel liberará a unos 250 palestinos que cumplen condenas, así como a unas 1.700 personas capturadas en Gaza en los últimos dos años y retenidas sin cargos. El Servicio de Prisiones de Israel indicó el sábado que los prisioneros han sido trasladados a instalaciones de deportación en las prisiones de Ofer y Ktzi’ot, "esperando instrucciones del escalón político".
Aún quedan dudas sobre quién gobernará Gaza a medida que las tropas israelíes se retiren gradualmente del territorio y si Hamás se desarmará, como contempla el acuerdo.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien suspendió de forma unilateral una tregua en marzo, ha sugerido que podrían reanudar la ofensiva si Hamás no abandona las armas.
“Si se logra de la manera fácil, que así sea. Si no, se logrará de la manera difícil”, señaló el viernes, prometiendo que la siguiente etapa incluirá el desarme del grupo insurgente.
La magnitud de la destrucción en el enclave probablemente se hará más clara a medida que el alto el fuego se mantenga en las próximas semanas, pero más de tres de cada cuatro edificios han sido destruidos, indicó la ONU en septiembre, lo que crea un volumen de escombros equivalente a 25 veces la Torre Eiffel, gran parte de ellos probablemente tóxicos.
Se espera que el número de fallecidos aumente a medida que se encuentren más cadáveres que no pudieron ser recuperados durante la ofensiva de Israel.
Un responsable del Hospital de Shifa, en el norte de Gaza, dijo a la AP que en las últimas 24 horas habían recibido 45 cuerpos sacados de entre los escombros en la Ciudad de Gaza. El gerente, que habló bajo condición de anonimato por razones de seguridad, apuntó que esos muertos llevan entre varios días y dos semanas desaparecidos.
El plan inicial de 20 puntos propuesto por el mandatario norteamericano Donald Trump contempla que Israel mantenga una presencia militar indefinida dentro del enclave, a lo largo de la frontera. Una fuerza internacional, compuesta en gran medida por tropas de países árabes y musulmanes, sería la responsable de la seguridad interna, aunque el calendario no está claro.
El presidente egipcio Abdel-Fatá el-Sisi pidió el sábado el despliegue en Gaza de una fuerza internacional autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El ejército israelí afirmó que continuará operando de manera defensiva desde aproximadamente el 50% de Gaza que aún controla después de retirarse a las líneas acordadas.
El enviado de Estados Unidos, Steve Witkoff, dijo a funcionarios israelíes el viernes que Washington establecerá un centro en Israel para coordinar asuntos relacionados con Gaza hasta que haya un gobierno permanente, de acuerdo con un resumen de la reunión realizado por uno de los asistentes y obtenido por la AP. Otro funcionario que no estaba autorizado para hablar con la prensa confirmó el contenido del documento.
Según el reporte, no habrá soldados estadounidenses en suelo gazatí, pero sí personas que informen a Estados Unidos y sus aviones podrían sobrevolar la Franja para labores de monitoreo.
El ataque liderado por Hamás en 2023 en el sur de Israel mató a unas 1.200 personas.
Israel respondió con una ofensiva que se ha cobrado la vida de más de 67.000 y dejó alrededor de 170.000 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre víctimas civiles y combatientes, pero dice que alrededor de la mitad son mujeres y niños. El ministerio forma parte del gobierno dirigido por Hamás, y la ONU y muchos expertos independientes consideran que sus cifras son la estimación más fiable de las bajas en tiempos de guerra.
La guerra también ha desencadenado otros conflictos en la región y provocó protestas en todo el mundo y acusaciones de genocidio que Israel niega.
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Metz reportó desde Jerusalén, El Deeb desde El Cairo y Mednick desde Tel Aviv, Israel. Contribuyeron a esta nota los corresponsales Melanie Lidman en Tel Aviv, Samy Magdy en El Cairo, Sally Abou AlJoud en Beirut y Jon Gambrell en El Cairo.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.