CIUDAD DE GAZA (AP) — Decenas de miles de palestinos desplazados cargaron coches, carretas y bicicletas con sus pertenencias y regresaron a sus antiguos vecindarios el sábado, abriéndose paso por calles cubiertas de polvo mientras las excavadoras comenzaban a retirar los escombros de dos años de bombardeos.
Los grupos de ayuda se preparaban para ampliar su labor, uno de los muchos desafíos por delante mientras el fuego entre Israel y Hamás entraba en su segundo día.
"Cuando la gente llegue allí, encontrará con escombros. Descubrirán que sus hogares y vecindarios han quedado reducidos a polvo", afirmó Tess Ingram, portavoz de UNICEF, a The Associated Press el viernes.
Dado que el alto el fuego parece mantenerse, tanto su organización como sus socios instan a Israel a reabrir más cruces y