Durante siglos, la Basílica del Pilar fue un templo “inacabado”. Aunque el proyecto barroco ideado por Ventura Rodríguez preveía cuatro torres, durante generaciones solo dos se alzaron completas. Faltaban las dos torres más cercanas al río, las que hoy completan la simetría del conjunto.
La historia dio un giro en 1947, cuando un matrimonio zaragozano, Francisco Urzaiz y Leonor Sala, decidió donar la construcción de las torres que faltaban como agradecimiento a la Virgen del Pilar con motivo de sus bodas de oro. Urzaiz falleció ese mismo año, pero su esposa mantuvo la promesa.
El proyecto fue dirigido por los arquitectos Miguel Ángel Navarro Pérez y Miguel Ángel Navarro Ruiz, padre e hijo, y las obras comenzaron oficialmente el 11 de diciembre de 1949. La torre del noroeste se in