Hubo un tiempo en el que la elección del nombre Pilar, o su variante en nombre compuesto (María Pilar), marcaba una clara tendencia en España. En sus mejores momentos , 35 de cada mil recién nacidas eran registradas con este nombre, lo que lo situaba entre las elecciones favoritas de padres y madres de la época. No obstante, la realidad actual difiere dramáticamente de aquel auge. Hoy, este nombre tan estrechamente ligado a Aragón se encuentra fuera de los rankings de los nombres predilectos y no vive, precisamente, sus tiempos más dulces.
Sofía o Valeria le han quitado el puesto
El fugaz viaje histórico de este nombre señala a los años 30 del siglo pasado como el inicio de sus momentos dorados, que se extendieron a lo largo de gran parte del Franquismo. La mayor cota de popularidad