Cada 12 de octubre, convierte a la reina Letizia en un espejo de su tiempo. No solo por el protocolo, sino por la manera en que sus decisiones de vestuario organizan la mirada pública: qué acentúa, qué atenúa, qué quiere que recordemos. Vistas en secuencia, esas elecciones dibujan un relato nítido. "La ropa habla y, en Letizia, el mensaje ha cambiado con el papel que ocupa: de afinar su lugar, a dirigir el foco; ahora, a sostenerlo donde España quiere mirar", resume Ana Ruiz, experta en imagen, comunicación y simbolismo.

2025: un verde que ordena la escena

Este año, doña Letizia ha elegido un vestido midi de tweed verde con pendientes de esmeraldas. El tweed aporta cuerpo y continuidad institucional; el verde funciona como color de estabilidad y temple. "En estos últimos años el protago

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