Desde hace semanas, Ecuado r vive en tensión constante. Lo que comenzó como una protesta por la eliminación del subsidio al diésel se transformó en enfrentamientos que han dejado heridos, detenidos y una sensación de incertidumbre desde la sierra hasta la costa. Las ciudades respiran con cautela: en los mercados los precios suben sin aviso, los autobuses circulan con menos frecuencia y en los pueblos andinos el combustible se raciona como si fuera pan.
La República conversó con Yaku Pérez , líder indígena y excandidato presidencial del Ecuador y Viviana Erazo , periodista ecuatoriana, quienes coincidieron en que las protestas no solo responden al alza del diésel, sino a una crisis estructural que afecta a los sectores más vulnerables. Mientras la capital se paraliza, las comunidad