Con los cuchillos afilados, esperando el réquiem por Sergio Pellicer , el Málaga doblegó a un Deportivo de La Coruña que se presentó en La Rosaleda como líder. El Málaga, por fin el Málaga. El correoso, el intenso, el de la fe inquebrantable. No fue una mera goleada, fue una resurrección en toda regla. Del entrenador, del equipo y de una idea, la de Loren Juarros . La resurrección de las áreas, donde se cuece la verdad del fútbol, donde los malacitanos fueron insultamente mejores. Con Alfonso Herrero recuperando el aura. Con Chupete y Rafa demostrando por qué son los que juegan en el ataque de este equipo.
Nada está hecho. Nada es definitivo. Sin embargo, este tipo de victorias traen algo más que puntos. Espantan fantasmas y miedos, insuflan toneladas de confianza. Eso sí, d