En la cocina de su casa, entre moldes, batidoras y el aroma a azúcar, Mitzia Duarte, de 28 años, prepara los postres que se han convertido en sustento y esperanza para su familia.

Su emprendimiento, nacido en agosto del año pasado, ha crecido entre dificultades económicas, crisis de seguridad y el amor por sus tres hijos, entre ellos Nicole, una niña de 8 años que vive con parálisis cerebral infantil.

“Empezamos vendiendo en Plaza Forum los mini pasteles de tres leches, y después hicimos los cheesecakes. Luego nos fuimos a vender a Altata, y ahí nos ha ido mejor”, cuenta Mitzia. A su lado está Alex, su esposo, quien la apoya en la distribución de los postres.

Los postres que ofrecen, cheesecakes tradicionales de dulce de leche y lotus, se preparan en casa y se venden por pedidos o en fi

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