ES MUY PROBABLE que a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, le haya faltado sensibilidad -diplomática y política- para tan solo felicitar a la opositora venezolana María Corina Machado.

El supuesto, por lo tanto, es que la presidenta optó por asumir una posición ideológica, en lugar de dar paso a la esperada felicitación a Machado, por muchas razones, pero sobre todo por ser una luchadora por los derechos humanos, la democracia y la libertad en Venezuela.

Hace apenas unos días, esos mismos valores -democracia y libertad- fueron parte del discurso de la propia mandataria durante el Grito de Independencia , cuando habló también de los derechos de los migrantes, los pueblos originarios y los grupos vulnerables.

Es lo mismo, digámoslo así, pero la ideología del populismo y

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