El pedido de seguridad de un niño, pronunciado con la urgencia y la inocencia de la infancia, marcó la reciente visita del presidente José Jerí al campamento instalado para las familias damnificadas por el incendio que devastó Pamplona Alta, en San Juan de Miraflores . Los estragos del fuego, que afectó cerca de 100 viviendas y dejó a cientos de personas expuestas a la intemperie, evidenciaron la vulnerabilidad de quienes viven en zonas marginales y la urgencia de una respuesta estatal integral.
Durante la noche, el mandatario recorrió las carpas, improvisadas sobre el terreno calcinado, donde se distribuyen víveres, colchones y ropa para los afectados . Los niños se acercaron espontáneamente a saludar al presidente, preguntando curiosos si era realmente el nuevo jefe de Estado