Muchos aseguran que el sentido de la vida no es solo encontrar la felicidad personal, sino aquello que perdure en el recuerdo para la posteridad, una suerte de vestigio de nuestra existencia que pruebe que hemos pisado esta tierra. En ocasiones será una hazaña que quede en el recuerdo de las personas que te rodean y, en otras, objetos o reliquias que han obtenido significados nuevos con el paso del tiempo. Sin embargo, desde tiempos antiguos, ya sabían que no existe una marca tan potente como una imagen, especialmente el estamento nobiliario que, desde la Edad Media, empleaba escudos de armas y blasones para simbolizar su estirpe. En un principio, era empleada como herramienta para identificar enemigos y aliados durante las contiendas, pero desde el Renacimiento se han ido convirtiendo en
Nikolai, el último artista heráldico de Baleares: «Es un oficio en vías de extinción»

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