El café es, para muchos, uno de los alimentos que marca el comienzo del día y que no puede faltar en su plan alimentario. Su efecto estimulante se debe a la cafeína, una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso central y bloquea las señales químicas de fatiga en el cerebro. En otras palabras, no aporta energía real, sino que silencia la sensación de cansancio y de esta manera el cuerpo se mantiene más despierto y la mente alerta.

Este fenómeno ocurre porque la cafeína compite con la adenosina, “una molécula que se acumula a lo largo del día y le indica al cuerpo que es hora de descansar”. Al ocupar los mismos receptores, la cafeína impide que la adenosina cumpla su función, lo que genera una sensación de vitalidad y concentración. No obstante, el café no es lo único que puede ayu

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