Entre 2014 y 2025, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha destinado al menos 6 mil millones de pesos al proceso de inhabilitación de ductos afectados por tomas clandestinas, de acuerdo con cifras internas de la petrolera.
El concepto se refiere al costo operativo de cerrar, limpiar, reparar y asegurar los tramos perforados para el robo de combustible, sin contar las pérdidas por hidrocarburos extraídos ni el daño ambiental.
El pico anual más alto se reporta en la Administración de Andrés Manuel López Obrador en 2023, con un total de 787 millones de pesos, aún con la estrategia antihuachicol reportada en su Gobierno.
Cuando se descubren las tomas clandestinas, estas son eliminadas por personal de Pemex mediante el corte o taponamiento de los dispositivos utilizados por los delincuentes pero con