Ramón Elías Montero Urrieta, apodado “Cachi”, dio un brutal semigiro de 180 grados en el ecuador de la vida, en apenas 18 meses pasó de ser una figura pública de renombre en la oposición, a convertirse en un estafador de primera, con especial predilección por los adultos mayores.
Un viejo vicio hizo su aparición y al activista político le sucedió el adicto a sustancias prohibidas, capaz de hacer cualquier cosa para procurárselas.
En noviembre de 2021, en apoyo a Doris Martínez, exalcaldesa de Pedernales y aspirante nuevamente a primera autoridad municipal, fue aprehendido por funcionarios de Polidelta, mientras protestaba en pleno proceso electoral, en defensa de los votos de su candidata.
Hay quienes juran y perjuran, que si a “Cachi” no lo hubieran trasladado rápidamente hasta Tucupit