En Curití hay un tour que conecta a los visitantes con la historia y la herencia guane. Una experiencia para conocer la identidad fiquera de Santander.
Fotos suministradas: Deisy Liliana Mejía/Vanguardia
Publicado por: Fernanda Sandoval
Publicado por: Luis Álvaro Rodríguez Barrera
A media cuadra del parque principal, el sonido del telar se funde con las voces de los visitantes que llegan a Curití . Allí, entre fibras húmedas y madejas colgadas bajo el sol, Deisy Liliana Mejía Sierra, curiteña, fiquera y artesana, guía el tour del fique, una experiencia turística que honra la historia de un pueblo que se construyó con el oficio de hacer y desbaratar.
“Mi historia con el fique comenzó desde muy niña. En Curití prácticamente uno nace entre las fibras del fique, telares y manos