No hay una sola familia en territorio nacional que tenga guardada una muestra de las huellas dactilares de sus hijos
El reciente caso de una niña de 7 años robada en Chiapas pone en la mesa de discusión la urgencia para que los mexicanos no tengamos que esperar hasta los 18 años para contar con un documento que acredite nuestra nacionalidad.
En efecto, desde su nacimiento hasta los 17 años y 364 días, un niño y luego joven mexicano difícilmente puede acreditar su identidad, ya que una credencial escolar carece de validez oficial, y seamos honestos, pocas familias pueden pagar un pasaporte.
Más aún, no hay una sola familia en territorio nacional que tenga guardada una muestra de las huellas dactilares de sus hijos, a los cuales basta con una serie de trámites para cambiarles la identidad