En las fichas del Gobierno aparecía hace apenas seis años como uno de los 19 concejos del Valle de Yerri en la Merindad de Estella en riesgo de despoblación. Hoy la situación parece haber mejorado pero bailan en ese limbo. Pequeños pueblos a apenas 38 kilómetros de Pamplona , la mayoría desconocidos salvo los regados por el pantano de Alloz.
Ayer lunes había más vidilla de la que se podría esperar de entrada en Zábal . La que dan cada día los veteranos del pueblo terminando de recoger algún pimiento en sus huertas o repasando las noticias en la sociedad pero también nuevos moradores como Valentin Kirstya que acaba de abrir un nuevo taller o la diseñadora Amaia Prieto, artesana de lámparas reutilizando el roble de bodegas de vino navarro. Edur García vino de Pamplona y Juan Mari