París, 13 oct (EFE).- En la segunda mitad del siglo XVII, Luis, el hijo de Luis XIV de Francia (el Rey Sol) y María Teresa de Austria, hija de Felipe IV de España, encarnaba promesas de paz para Europa. Apodado ‘el Gran Delfín’, su padre lo preparó para ser el heredero ideal, pero a pesar de engendrar reyes, él nunca subió al trono.
Su destino truncado es el centro de una nueva exposición temporal este otoño en el Palacio de Versalles, titulada ‘El Gran Delfín. Hijo de rey, padre de rey y jamás rey’, que se podrá visitar desde este miércoles y hasta el 15 de febrero de 2026.
Reúne unas 250 obras llegadas sobre todo desde múltiples rincones de Francia y desde España -algunas trasladadas directamente desde el Palacio de la Zarzuela, donde tiene su despacho el actual rey español, Felipe VI,