China está a punto de inaugurar una iniciativa sin precedentes: colocar un centro de datos diseñado para IA bajo el mar , con el objetivo de minimizar el consumo eléctrico . La instalación, con apertura prevista para mediados de octubre , operará en el litoral de Shanghái y representa uno de los primeros proyectos comerciales submarinos de este tipo en el mundo .
La motivación detrás del plan es clara: los centros de datos son el corazón de la infraestructura digital y de la inteligencia artificial , pero generan enormes cantidades de calor que requieren refrigeración activa . Sistemas de aire acondicionado, enfriamiento por agua o evaporación consumen grandes volúmenes de energía, una carga cada vez más insostenible a medida que crece la demanda de cómputo.
Frente a esto,