Se ha instalado una cultura del exceso: correr más, producir más y callar más, aunque sea a costa de la seguridad y la vida
Hace apenas una semana, un derrumbe en una obra en el centro de Madrid se cobró la vida de cuatro personas : Moussa Dembelé (Malí), Diallo Mamadún Alpha (Guinea), Jorge Velázquez (Ecuador) y Laura Rodríguez Sabin (España). Un suceso que no fue sólo una fatalidad, sino el reflejo de un modelo laboral que sigue poniendo el beneficio por encima de la vida .
“La salud laboral es un indicador de civilización”, recordaba Yuval Noah Harari , y nuestras cifras muestran hasta qué punto seguimos lejos de merecer ese título. España vive una contradicción inaceptable: el trabajo, que debería ser fuente de progreso y dignidad, se ha convertido en una causa de muerte. Más d