Sergio Pellicer sabía que los cuchillos estaban afilados, que alguno estaba deseando que el balón siguiese sin entrar para ajusticiarle, para tratar de calmar las aguas en el entorno malaguista con su cabeza. El entrenador del Málaga CF sabe que tiene detractores a los que jamás conseguirá convencer ni contentar. Sus victorias o éxitos sólo aplacan el fervor en contra de su figura. "Yo estoy detrás de la mata", le dijo un viejo periodista de otra ciudad a un entrenador malagueño. Una lección de vida. Detrás de la mata hay mucha gente esperando a Pellicer. Sin embargo, al de Nules, lo que le reventó es saber que había francotiradores dentro.
El triunfo ante el Deportivo debería haber sido quirúrgico y lo fue a medias. Calmó momentáneamente las aguas fuera y sin embargo se usó como gas