"Papi, quiero ser profesional. Mi meta es que el fútbol me dé de comer". Estas fueron las palabras que un día Facundo Guch le dijo a su papá cuando lo "invitó" a aprender la tarea de construir galpones. El zurdo se lo dijo totalmente convencido y no hubo resistencia a esa idea, todo lo contrario. La familia lo respaldó como siempre lo había hecho y su papá le brindó el apoyo que no tuvo cuando pretendió dedicarse al fútbol, también en Newell's. Los sacrificios fueron enormes, pero no en vano porque el Negro, como le dicen en la familia, de un día para otro y con mucho sacrificio tuvo su posibilidad y no la desaprovechó. "Somos muy creyentes y le pidió mucho a Dios, por eso creo que lo está bendiciendo", dijo papá Luis invocando la fe en todo este sueño que se inició con Facundo (18 añ
El padre dejó el fútbol para trabajar y apoyó a su hijo en su idea de triunfar en Newell's

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