La Comisión Europea ha aprobado la compra de Spirit AeroSystems por parte de Boeing por 4.700 millones de dólares. El valor total de la operación es de aproximadamente 8.300 millones de dólares, incluida la deuda neta de Spirit. Bruselas ha tenido que dar el visto bueno porque la operación, aunque ambas compañías son estadounidenses, “podría reducir significativamente la competencia en los mercados globales de aerostructuras y grandes aviones comerciales. Spirit fabrica y suministra aerostructuras para grandes aviones comerciales que son son utilizadas por los fabricantes y proveedores de grandes aviones comerciales, como el principal competidor de Boeing, la compañía europea Airbus”.

“Teníamos preocupaciones de que al adquirir Spirit, Boeing tendría un incentivo para detener o limitar los suministros a su competidor, Airbus. Esto podría haber aumentado los precios y dificultado la obtención de piezas para aviones comerciales grandes, lo que significaría que los pasajeros europeos se tendrían que enfrentar a billetes más caros”, ha declarado Teresa Ribera, vicepresidenta para la Transición Limpia, Justa y Competitiva.

La preocupación de Bruselas partía de que una vez realizada la operación, la entidad fusionada “tendría la capacidad y el incentivo para dejar de suministrar aeroestructuras, o al menos deteriorar las condiciones de suministro, a los fabricantes de grandes aviones comerciales como Airbus”. Además, esta nueva compañía “podría acceder a información comercialmente sensible relacionada con Airbus y utilizarla en su beneficio”.

Para frenar las preocupaciones de la Comisión Europea alrededor de la operación, Boeing ofreció vender las líneas de Spirit que suministran estructuras aeronáuticas a Airbus a la compañía europea, incluidos todos los activos y personal. La fábrica de Spirit en Malasia, que suministra estructuras aeronáuticas a Airbus, se venderá a Composites Technology Research Malaysia.

De esta manera, Airbus pasa a integrar los negocios de Spirit que actualmente suministran aeroestructuras y así asegura su cadena de suministro. Así la Comisión concluyó que la transacción, tal como fue modificada por los compromisos, ya no plantearía preocupaciones en materia de competencia.