El interés mediático que despiertan los Premios Nobel es singular. Su impacto, sin embargo, varía de uno a otro. Los de Química, Física, Medicina y Economía son reseñados y causan admiración. Pero, con la excepción —algunas veces— del Nobel de la Paz, ninguno tiene el efecto ni la repercusión que alcanza el de Literatura.

Contrario a la de los científicos, economistas, políticos y activistas, la obra de los escritores, poetas o dramaturgos que lo recibe está al alcance del público en general. Y si no es conocida, no importa: a raíz del premio se reeditan nuevas versiones en países donde ya ha sido publicada, y se traduce a nuevas lenguas.

La Academia Sueca de la Lengua es una institución que, si no fuera por la repercusión del premio que otorga, sería totalmente irrelevante—excepto, clar

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