Juan Carlos I y Felipe VI habrían tensado la relación en los últimos meses. El emérito estaría cansado de vivir en el exilio en los Emiratos Árabes. Se sintió un rey humillado y ahora ha visto que ni tan siquiera los españoles se acuerdan de él. Sabe que ha cometido muchos errores pero no le parece justo ese trato. Él ha hecho mucho por España y quiere un reconocimiento. Cree que cinco años lejos de su país ya han sido suficiente condena. Se hace mayor y sabe que su final está cada vez más cerca porque por ahora hay algo que todavía no puede comprar con su multimillonario patrimonio, la muerte. No quiere irse por la puerta de atrás. Por ello, en los últimos años ha concedido su testimonio a una gran amiga. La periodista francesa Laurence Debray.
Las memorias de Juan Carlos I llevan