Estos, para el panorama internacional, han sido días de admirable tensión. Flotas de barcos enfilados hacia el territorio venezolano, han sido el eco de un contingente militar que se veía venir tras el presunto fraude electoral fraguado desde el Palacio de Miraflores. Fruto, además, de la presión internacional ejercida por los países democráticos ante el ambiente dictatorial en la vecina república.
Sin embargo, pese a todo el camino allanado y respaldado para la operación, las fuerzas del tio Sam se encuentran con un pantano de evaluaciones costo/beneficio que no les han permitido acceder al suelo bolivariano, y esto refleja algo muy simple, que las redes tejidas por Maduro lo han hecho tan inexpugnable, guardadas las proporciones, que la potencia extranjera se encuentra dubitativa en