Durante dos décadas, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) fue el corazón técnico del Poder Ejecutivo, dejando de lado —naturalmente— al Banco Central de Reserva (BCR) , indiscutible baluarte de la estabilidad macroeconómica del país. Su autoridad garantizaba previsibilidad incluso en medio de crisis políticas. Hoy, sin embargo, su peso se ha reducido. La alta rotación ministerial , la pérdida de liderazgo técnico y una ofensiva legislativa sin precedentes han minado su capacidad para imponer orden. Y justo cuando el país más lo necesita, llega un presidente sin experiencia en la gestión pública ni respaldo político sólido.
La flamante titular del MEF, Denisse Miralles , es una técnica con trayectoria en la administración pública, especialmente en la promoción de la inversión