El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, fue derrocado este martes en un golpe militar que puso fin a semanas de intensas protestas lideradas por jóvenes contra la pobreza, los cortes de energía y la falta de oportunidades en el país insular del océano Índico.
La destitución se produjo poco después de que el Parlamento votara abrumadoramente a favor de cesar a Rajoelina, quien huyó del país por temor a represalias. En respuesta inmediata, el coronel Michael Randrianirina, jefe de la unidad militar de élite Capsat, anunció la toma del poder por parte de las fuerzas armadas y la creación de un consejo de transición compuesto por oficiales del ejército y la policía. Este órgano, según declaró, nombrará “rápidamente” a un primer ministro para formar un gobierno civil.
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