Visitar la casa natal de Mario Vargas Llosa en Arequipa es una experiencia tan literaria como futurista. Entre los muros coloniales de la casona donde nació el Nobel, un inquietante holograma del escritor da la bienvenida al visitante. Lo hace con su propia voz, entre retratos familiares y muebles decimonónicos, invitando a recorrer las estancias que vieron los primeros días del futuro escritor.
En 2014, tras recibir el Premio Nobel de Literatura, Vargas Llosa regresó a su ciudad natal y, junto a su cuñado Lucho Llosa Urquidi -hermano de su esposa, Patricia Llosa-, decidió transformar la vivienda familiar en un museo. «Contamos la historia de un gran contador de historias con su propia voz, lo que añade más emoción y autenticidad al recorrido museográfico», explica Llosa Urquidi, producto